Artículo publicado por la revista espacio humano, escrito por Alba Casalvázquez.
"No recordar nuestra infancia, nuestro nacimiento, no es sino un signo del sufrimiento que nos acompaña desde entonces. Esta información queda registrada en nuestro subconsciente y en nuestra memoria celular, condicionando todos nuestros pensamientos y acciones por el resto de nuestra vida.
Por fortuna, cada vez hay más estudios y personas que trabajamos para evitar o sanar los efectos de un nacimiento o una crianza dolorosa. Los profesionales sanitarios y no sanitarios que se dedican a lograr embarazos y partos-nacimientos más respetados y acordes con madres y bebés, están trabajando en el origen de la experiencia humana para hacerla más consciente, amorosa y armónica, lo que conlleva enormes beneficios.
Cuando ya se han producido experiencias traumáticas o dolorosas, el rebirthing o Renacimiento, nos ofrecen una ayuda inestimable para acceder, liberar y sanar. En el caso del nacimiento, lo que en renacimiento llamamos guión natal, la forma en que venimos al mundo afecta todo nuestro ser. De adultos no somos conscientes de porqué tenemos algunos miedos, porqué no nos va bien en la pareja o trabajo, porqué no conseguimos mostrarnos cómo somos, porqué parecemos ser presa de "algo"que nos hace ser de una manera que no nos gusta.
Todo esto pertenece al guión natal. Trabajar con él, tanto en las respiraciones conectadas de renacimiento como en las consultas de psicología espiritual, aporta luz y conocimiento sobre este tema tan olvidado pero que tan profundamente nos limita.
El guión natal abarca desde el momento de nuestra fecundación, e incluso tiempo antes hasta que nacemos, hasta los primeros meses de nuestra vida.
La forma en que un nuevo ser es fecundado, no es indiferente. No es lo mismo que sea el amor y la entrega o la confusión y la violencia lo que comience la vida de una persona. Parece evidente, pero es olvidado y negado por casi la totalidad de la humanidad.
Hay una gran frase de Michel Odent que dice "Para cambiar el mundo, primero debemos cambiar la forma de nacer" .
El Renacimiento nos da opciones cuando ya no se puede cambiar la forma en que hemos nacido. Pero no debemos resignarnos, podemos restaurar nuestro ser, logrando la plenitud y felicidad que nos merecemos.
Las personas que comparten tipo de nacimiento suelen ser de manera similar en algunos aspectos, por lo que se ha podido investigar los efectos de los nacimientos.
Cesárea: Los nacidos por cesarea suelen desarrollar sentimientos ambiguos con la ayuda, pues cuando iban a nacer se les ayudó de manera muy traumatica para ellos y para sus madres.
Algunas renacidos comentan como en las respiraciones han podido ver como un cuchillo abría un espacio para rescatarles, lo que les produce temor y alivio en algunos casos.
Por lo tanto, suelen ser personas que con frecuencia tienen estos pensamientos: necesito que me ayuden, pero la ayuda duele, por lo tanto quien me ayuda me hace daño y le rechazo. Sienten que quien les ayuda les está manipulando y desconfían.
Por supuesto todos estos pensamientos y sensaciones están en nuestro interior pero si lo observamos, seguro que los descubrimos.
No deseados, imprevistos: quienes no fueron deseados, y llegaron "accidentalmente", desarrollan dificultades para sentirse amados, bienvenidos, y tienen un gran miedo al rechazo. Esto se observa de manera muy clara cuando llegan a un grupo nuevo, una experiencia diferente, etc.
También suelen ser desorganizados, o muy organizados. Pues aquí entraría el concepto de la sobrecompensación. La falta de previsión les trajo al mundo por lo tanto esa puede ser su manera de dirigirse en la vida o todo lo contrario, tienen que preveer hasta el mínimo detalle.
Prematuros y tardíos: todas las relaciones con el tiempo tienen que ver con el tiempo del propio nacimiento. Por ejemplo, quienes han nacido por la noche pueden sentirse inquietos o desvelados en el período cercano a su nacimiento (22:00 o 23:00 horas) , es posible que sientan dolor de cabeza, o necesidad de comer, entre otras manifestaciones. Lo mismo puede suceder a cualquier hora del día.
El haber nacido "antes de tiempo o después de tiempo" puede condicionar nuestro esquema con el reloj, llegando siempre tarde o teniendo que estar siempre antes. Esto se convierte en una sensación muy desagradable si no se llega pronto y causa mucho estrés. Puede ser que otras personas lleguen siempre tarde porque quizás ni se plantean el llegar antes; tiene lo que llamamos guión de tarde.
Por suerte, estos patrones se solucionan rápidamente con el renacimiento.
Ya desde el útero los bebés padecen nuestras neurosis con el tiempo. Muchas veces les hablamos sobre la conveniencia de nacer en alguna fecha, podemos desear que el parto se adelante cuando la madre se siente cansada, etc.
Gemelos: son muchos más los embarazos que empiezan siendo gemelares que los que luego terminan con dos bebés. Por lo tanto, vamos a dividir esta cuestión.
1. Cuando nacen los dos gemelos: el primero suele ser más líder, abre paso al otro hermano y es posible que sienta culpabilidad por su éxtio.
El segundo bebé es más manso y suele seguir al resto de amigos, convenciones sociales, etc. Puede sentir enfado y envidia hacia su hermano.
2. Cuando sólo nace uno de los gemelos: crea el síndrome del hermano fantasma. El niño puede jugar con un amigo imaginario, buscar incansablemente su alma gemela a partir de la adolescencia o sufrir mucho imaginando la muerte de las personas que les rodean, pues lo vivieron en el útero de su madre como una de sus primeras experiencias vitales. Puede crecer pensando que aquello que tiene se lo arrebata a otras personas. Por ejemplo: " si tengo dinero, es porque otras personas no lo tienen!", etc.
Esta persona vivirá con un gran sentimiento de culpa y con el temor inconsciente de que haya sido ella quien haya matado a su hermano. Este es uno de los factores que más inhiben la felicidad y éxito.
Este guión es mucho más común de lo que puede parecer, pues muchas veces, incluso las primeras ecografías no pueden detectar que ha habido un segundo bebé.
En renacimiento este guión se puede detectar muy rápido.
Parto en el que la madre ha estado en peligro: este tipo de nacimiento suele llevar al síndrome del salvador del mundo. El bebé se siente incapaz de ayudar a su madre y crece procurando ayudar a todo el mundo, especialmente a las mujeres en peligro. Es fácil imaginar que el tipo de mujeres con quienes se relacionará en un futuro será aquellas que "necesiten" ser salvadas.
Eligen profesiones de servicio y ayuda a los demás: médicos, enfermeros, psicólogos, terapeutas, cooperantes...
Incubadora: pueden sentir que en sus proyectos hay dos "nacimientos". En muchas ocasiones pueden experimentar como un proyecto comienza, pero se ve interrumpido o se estanca, para después de un tiempo retomarse. A menudo se sienten solos y aislados. Desarrollan una fuerte conexión con la tecnología, hospitales, etc.
Tuve el caso de una mujer que había estado en incubadora unos meses debido a que nació prematura. Desde su infancia ha tenido fantasías sobre lo maravilloso que sería vivir dentro de una burbuja, un espacio o una cabina telefónica donde tuviera todo lo necesario para vivir pero estuviera separada de los demás y con su espacio delimitado.
Alimentación: la forma en que los padres alimentan a sus hijos desde el comienzo de su vida, influye en su relación con la comida para siempre. Es frecuente que los bebés, por recomendación médica, sean alimentandos cada 3 horas sin importar si tienen hambre antes, o sean obligados a comer sin tener hambre. No es de extrañar pues, los conflictos que se tienen de adulto con la alimentación.
Esta forma de actuar se relaciona con la obsesión social con el peso y la talla. Cuando los bebés nacen lo primero que se les dice a sus padres es cuanto han pesado y medido. Esta primera presentación que se hace de ellos desemboca en la situación que vivimos hoy en día acerca de la importancia de nuestra medidas, y como ellas nos definen.
Todos los nacimientos son perfectos para cada bebé. No hay culpables. Cada tipo de nacimiento hace que se trabajen los aspectos que debe trascender cada persona.
¡Cada nacimiento trae un regalo! Sólo hay que descubrirlo.
Alba Casalvázquez Aranda
Renacedora y Profesora. Escuela Conexion Consciente
Directora Inspira tu vida
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